¿Belleza o exceso? La verdad sobre el bronceado artificial en Victoria’s Secret
La última edición del desfile de Victoria’s Secret ha vuelto a poner sobre la mesa un detalle que muchos han empezado a comentar: el uso intensivo de broncedores y autobronceadores en las modelos. Si bien la imagen de piel dorada y uniforme es parte del sello de la marca, esta vez las críticas no tardaron en aparecer.
Este fenómeno nos invita a reflexionar sobre los ideales de belleza en la moda, la presión sobre el cuerpo de las modelos y hasta qué punto “lucir perfecta” implica un proceso detrás del escenario que queda invisible para el espectador.
La imagen dorada y su contexto
Cuando vemos una pasarela iluminada, con modelos de cuerpos esculpidos y piel que parece bronce puro, difícilmente pensamos en lo que hay detrás: horas de preparación, retoques de maquillaje, iluminación, y en muchos casos, varias capas de autobronceador o spray bronzer.
En producciones de alto impacto, como las de Victoria’s Secret, este proceso se potencia porque no solo se busca que la piel luzca “perfecta”, sino que resista cámaras, focos, flashes y prolongadas jornadas de rodaje.
Por ejemplo, expertos del sector han detallado cómo en algunos desfiles las modelos reciben varias capas de bronceador profesional, aplicadas con aerógrafos, cabinas de bronzado y con productos especializados. ELLE+3femalefirst.co.uk+3OFM+3
El resultado es una piel muy bronceada, uniforme, con pocas sombras naturales, casi metálica en ciertos ángulos.
¿Por qué tanto bronceado?
- Uniformidad visual
Una de las razones es que bajo las luces del escenario, la piel necesita “resaltar”. Una tez más clara o con irregularidades puede perderse o parecer apagada frente a cámaras y focos. Por eso, la piel “bronceada” ayuda a que piernas, brazos y torso se vean definidos, resalten músculo o curvas y generen el efecto visual deseado.
- Ideal estético del “glow” dorado
Desde hace años, el ideal de tener “piel bronceada” se ha asociado con salud, verano, vacaciones, glamour. En el contexto de una marca como Victoria’s Secret —que históricamente ha vendido ese tipo de fantasía— mantener ese tono dorado refuerza la narrativa de exotismo y perfección.
- Competencia, estándares y presión
Para las modelos, formar parte de un espectáculo tan mediático implica cumplir con estándares muy altos. Y aunque cada vez hay más discusión sobre diversidad y tipologías diferentes de cuerpos, la piel uniforme y bronceada sigue siendo parte del look “listo para el spotlight”.
¿Qué dicen las críticas?
En redes sociales y medios se han multiplicado las observaciones hacia este exceso de bronceado:
- Usuarios comentaban que el tono en algunas modelos parecía casi artificial o exagerado. au.lifestyle.yahoo.com
- Otros criticaban que este bronceado intenso puede resultar poco realista y enviar un mensaje difícil de alcanzar para muchas personas.
Estas reacciones no solo son superficiales: dijeron que este tipo de image puede alimentar inseguridades respecto al cuerpo y la piel, al mostrar una versión tan preparada que parece inalcanzable.
¿Y qué hay detrás del proceso?
El trabajo backstage para lograr ese acabado es intenso:
- Las modelos suelen exfoliarse la noche anterior para preparar la piel y facilitar la absorción del bronceador. ELLE
- Se aplican varias capas de producto, incluyendo autobronceadores de calidad profesional, sprays, aerógrafos. OFM+1
- Se usan técnicas de maquillaje corporal, contorno, iluminación, correctores para asegurar que el tono sea uniforme y destaque sin importar la luz.
- Y además, deben combinar ese bronceado con el maquillaje de rostro, peinado, estilismo, para que todo el conjunto funcione.
En resumen: no se trata solo de “ponerse un poco de bronceador”, sino de una producción completa para conseguir una piel “de pasarela”.
Reflexión: ¿Qué implica para la industria y para nosotros?
Para la industria del modelaje
Este tipo de estándares refuerza que aun en 2025, la perfección visual sigue teniendo un peso enorme en los espectáculos de moda. Y aunque hay avances (diversidad de tallas, edades, etnias), los ideales tradicionales (piel bronceada, cuerpo atlético, apariencia impecable) siguen presentes.
Además, plantea la pregunta: ¿cuánto de lo que vemos es “real” y cuánto es un resultado de producción? ¿Cuántas horas, cuántos productos, cuántos ajustes hacen falta para llegar a esa imagen final?
Para nosotros como espectadores
Ver esto puede despertar varias reacciones: admiración, inspiración, pero también frustración o comparación. Al percibir un ideal tan pulido, podemos sentir que no lo alcanzamos —aunque claro, no estamos en un set de moda con horas de preparación.
Desde un punto de vista sano, puede servirnos para:
- Reconocer que la perfección que vemos es en gran parte artificial.
- Apreciar más la variedad de cuerpos, tonos y estilos reales.
- Considerar la belleza desde una perspectiva más amplia que el “bronce perfecto”.
¿Cambio en el horizonte?
Pese a estas prácticas, hay señales de cambio: marcas que promueven más diversidad, campañas en tono más realista, modelos que hablan de bienestar y autenticidad. El objetivo podría ser que “bronceado” no signifique “ideal obligatorio”, sino una opción más entre muchas.
La piel bronceada e impecable de las modelos de Victoria’s Secret sigue siendo una parte icónica del espectáculo. Pero lo que se esconde detrás de esa imagen —capas de autobronceador, iluminación, retoques, presión estética— nos invita a mirar con más crítica lo que el ojo ve.
Como consumidores de moda y belleza, podemos abrazar esta estética sin que defina lo que nosotros somos o cómo queremos vernos. Al final, la verdadera belleza puede encontrarse en la autenticidad, el cuidado personal y la diversidad.
Post a Comment