Así fue el “kiss cam” de Coldplay que terminó en ruptura, despidos y millones de visitas en TikTok

 

Lo que parecía ser una noche mágica de música y diversión se convirtió en un escándalo mediático que aún sigue dando de qué hablar. Todo ocurrió durante un concierto de Coldplay en Boston, cuando la famosa cámara del “kiss cam” enfocó a una pareja en pleno estadio. En lugar de besarse y sonreír, ambos reaccionaron con nerviosismo: él se agachó de inmediato y ella trató de cubrirse el rostro. La escena, que en un principio parecía un momento cómico, se transformó rápidamente en un fenómeno viral.

El video recorrió TikTok y otras redes sociales en cuestión de horas, acumulando millones de visualizaciones. Lo que nadie imaginaba era que esta pareja no solo compartía un trabajo en la misma empresa tecnológica, sino que también estaban casados… con otras personas. La especulación sobre un romance clandestino no tardó en aparecer y, con ella, la tormenta perfecta de titulares, críticas y consecuencias reales.

El costo laboral del escándalo

La viralización del “kiss cam” no quedó en un simple chisme. La empresa en la que ambos trabajaban abrió de inmediato una investigación interna. Días después, primero él renunció a su cargo como director ejecutivo y luego ella también dejó su puesto en Recursos Humanos. La compañía, preocupada por su imagen, incluso lanzó una campaña publicitaria para desviar la atención y mitigar la crisis reputacional.

Un matrimonio roto

La historia dio un giro aún más fuerte cuando, pocas semanas después del concierto, ella presentó la demanda de divorcio contra su esposo. El matrimonio llevaba años juntos y recientemente habían comprado una lujosa casa de más de dos millones de dólares. Pero la presión mediática, sumada al impacto personal del escándalo, terminó por quebrar la relación.

Para él tampoco fue la primera ruptura: se trataba de su tercer divorcio. Su exesposa no tardó en dar declaraciones, asegurando que este desenlace era “karma” y describiéndolo como alguien “obsesionado con el dinero y con un ego desmedido”.

El lado humano detrás del viral

Más allá de las consecuencias profesionales y legales, la historia tocó un punto sensible: cómo un simple instante puede cambiar por completo la vida de una persona en la era digital. Un par de segundos en una pantalla gigante, amplificados por millones de clics en redes sociales, terminaron arrasando con carreras, matrimonios y reputaciones.

La anécdota se convirtió en lo que muchos llaman un “micro-drama perfecto”: un episodio ligero, sin violencia ni política, pero cargado de intriga, traición y hasta ironía. La paradoja está en que todo sucedió en medio de un concierto diseñado para unir a las personas con música y emoción, pero que terminó separando a dos familias para siempre.