¡Increíble! Lindsay Lohan regresa y se lleva todo el protagonismo en la secuela de Freaky Friday después de 20 años.

 

Ayer tuve la oportunidad de ver Otro Viernes de Locos, la secuela del querido clásico Un Viernes de Locos —esa película que muchos de nosotros vimos y amamos durante nuestra infancia y adolescencia a fines de los 90 y principios de los 2000. Ver esta continuación más de 20 años después generaba muchas expectativas —o mejor dicho, dudas.

Confieso que fui con expectativas bajas. Pensé que sería otra secuela como Encantada 2 o Abracadabra 2 —un intento de revivir íconos del pasado solo por nostalgia, sin mucho más que ofrecer. Pero me llevé una grata sorpresa. Esta secuela cumple, y lo hace muy bien.

Primero, Jamie Lee Curtis merece una mención enorme. Una vez más brilla con una interpretación impresionante. Al comparar la original de 2003 con esta nueva versión, se nota cómo Jamie ha perfeccionado su arte y realmente disfruta interpretando este papel. Domina por completo sus escenas, elevando a todos los que comparten pantalla con ella. Es como la Messi de la actuación: donde esté en cuadro, todo mejora.

Por supuesto, es imposible no pensar en Lindsay Lohan. En 2003, esta película marcó su transición de estrella infantil a ícono adolescente, interpretando a una Anna rebelde de estilo punk-rock con un carisma cómico natural que hacía que las escenas funcionaran a la perfección. En esta nueva entrega, aunque Lindsay no tiene exactamente el mismo foco cómico, se la ve fresca y genuinamente feliz en el papel —un alivio y una alegría para quienes la vimos crecer.

La historia retoma 20 años después, con Anna ya adulta trabajando en la industria musical y enfrentando las complicadas dinámicas de una familia ensamblada con hijos adolescentes que no se llevan bien. El famoso intercambio de cuerpos, que define la franquicia, ahora involucra a cuatro personajes en lugar de solo dos —añadiendo un giro más juguetón y fresco al clásico conflicto familiar.

Si bien no es una obra maestra ni supera a la original en ciertos aspectos técnicos, Otro Viernes de Locos tiene ese espíritu nostálgico y divertido que lo hace realmente disfrutable. Además, está lleno de guiños ingeniosos a la película anterior y a la cultura pop —como una fecha de boda que rinde homenaje a Chicas Pesadas, o el vestuario de Anna, que es una versión más moderna del icónico look de Lindsay en 2003.

Un aspecto a mejorar es la música. La original incluía temas pop-punk inolvidables, mientras que la banda sonora de esta secuela es más olvidable. Aun así, eso no opaca lo que aportan los protagonistas: ellos cargan con el peso cómico y mantienen el interés.

Y sí, Chad Michael Murray vuelve como Jake, lo cual provocó una ovación en el estreno y añadió una dosis extra de nostalgia para los fans de la época.

En resumen, si creciste con Lindsay Lohan y la Freaky Friday original, esta secuela te sacará más de una sonrisa. Saldrás del cine con una sensación cálida al ver que Lindsay ha regresado y sigue siendo relevante en Hollywood. No esperes una producción impecable, pero sí una película entretenida, fresca y hecha con amor genuino hacia ese universo de los 90 y 2000 que tanto queremos.

¿Ya la viste? Comparte tus recuerdos favoritos de Lindsay Lohan y de Un Viernes de Locos en los comentarios. Y si no la viste, dale una oportunidad a este regreso: es una resurrección digna de la nostalgia de toda una generación.