Usyk podría caer: el secreto que George Groves acaba de revelar al mundo

 

El mundo del boxeo podría estar a punto de presenciar una sorpresa colosal. El ex campeón mundial George Groves encendió las alarmas al revelar lo que muchos no se habían atrevido a decir: Oleksandr Usyk no es invencible. A pocos días de su enfrentamiento con el británico Daniel Dubois, Groves lanza una advertencia que deja al descubierto una posible debilidad en el ucraniano que podría cambiar el destino del combate en un abrir y cerrar de ojos.

“Dubois tiene el poder para cambiarlo todo en un segundo”

Groves, que conoce bien la presión de los grandes escenarios, no dudó en asegurar que Daniel Dubois posee ese tipo de poder que puede derribar al mismísimo Usyk si logra conectar el golpe justo. Según él, el campeón ucraniano —invicto, ágil, técnico y cerebral— tiene una falla que, si se explota correctamente, podría significar el final de su reinado.

"Usyk es brillante, pero no intocable", afirmó Groves. "Hay momentos en sus peleas donde baja la guardia, y ahí es donde Dubois puede entrar con su fuerza bruta. No necesita dominar los 12 asaltos... solo necesita un segundo de descuido."

¿Una grieta en la armadura del campeón?

El ex supermediano explicó que Usyk, a pesar de su impresionante carrera, ha mostrado señales de vulnerabilidad, especialmente cuando enfrenta boxeadores con gran pegada. Y si hay algo que caracteriza a Dubois, es precisamente su capacidad para definir peleas con un solo golpe demoledor.

Groves también destacó que el combate podría definirse más por estrategia que por resistencia. Si Dubois entra con inteligencia y no se deja consumir por el ritmo implacable de Usyk, podría encontrar esa brecha que nadie antes ha podido aprovechar.

El mundo del boxeo en vilo

Las declaraciones de Groves no pasaron desapercibidas. Fanáticos y analistas comenzaron a replantearse el desenlace del combate. ¿Está Usyk realmente en peligro? ¿Puede Dubois ser el primer británico en acabar con la racha perfecta del campeón?

Lo que es seguro es que la tensión está al máximo. Y gracias a las explosivas palabras de Groves, el combate ahora parece mucho más impredecible de lo que pensábamos.