¿Por qué la gente ahora odia a Tesla? La mirada oculta detrás del boicot

 

En pocos años, Tesla se ha convertido en una de las marcas más polarizadoras del mundo automotriz. Una vez reconocida como pionera de los vehículos eléctricos, hoy su popularidad se ha desplomado debido a la imagen pública de su fundador, Elon Musk.

El efecto Musk: de la admiración a la controversia

La participación de Musk en política estadounidense –especialmente su vínculo con el gobierno de Trump y el apoyo a partidos de extrema derecha en Europa– ha provocado una reacción negativa global. Su postura ha dañado la reputación de Tesla entre consumidores progresistas y urbanos, creando una brecha entre la visión sostenible de la marca y su realidad polémica.

Ventas y confianza en caída libre

Tesla ha registrado caídas dramáticas en las ventas: en Europa han bajado entre 40 % y 70 % según el país. España ha sufrido una reducción de más del 75 %, mientras que en Francia, Suecia, Países Bajos, Noruega y Reino Unido las pérdidas también han sido enormes. En consecuencia, las acciones han sufrido una caída abrupta y los inversores muestran creciente preocupación por la sostenibilidad del negocio.

Clientes y empleados se distancian

Muchos propietarios han decidido desvincularse de Tesla: venden sus vehículos, retiran logotipos, colocan adhesivos críticos o directamente planean deshacerse del coche cuando puedan. Incluso algunos empleados y altos ejecutivos analizan abandonar la empresa. El respaldo político de Musk termina ahuyentando a quienes antes eran sus defensores más entusiastas.

Competencia global y declive en innovación

Mientras Tesla pierde terreno, marcas chinas como BYD y otras europeas (BMW, Volkswagen, Ford) ganan cuota. Estas firmas ofrecen vehículos más asequibles, avanzan en diseño y autonomía, y evitan la toxicidad ideológica ligada al líder de Tesla. Los coches chinos se vuelven tan competitivos que Musk ha advertido que podrían "demoler" a la competencia si no se establecen barreras comerciales.

Un futuro incierto: ¿tecnología en auge o una marca al borde del colapso?

Tesla mantiene sus proyectos tecnológicos futuristas –robotaxis, Inteligencia Artificial, humanoides– y su red de carga sigue siendo sólida. Sin embargo, los trimestres recientes han evidenciado una caída sostenida en ingresos y beneficios. Según analistas, la estrategia dependerá ahora de cuánto Musk logre demostrar que puede liderar sin polarizar.